miércoles

barco eroutopico

te extraño por tus letras,
por tus miradas esperadas en el largo silencio amado
te espero desde mi locura del vacío
espacio que alberga un pecho despechado
te recuerdo más que antes de los sueños
tu silencio es más preciado
como cuando te huelo en una esquina de museo
por diversos motivos provocados
eres el silencio más hermoso
no hay otro silencio como tu sonrisa de foto
ah! tu figura resaltada por tu cabello suelo
deseo escucharte y grabarte en mis pensamientos
un día te encontraré y sabré que eres mía
ese día amaré tu voz, tu canto y tu brillo labial
veré tus ojos vivos
será como eterno y te amaré como un pan frito en orégano

Niña aterciopelada de nicho y miel,
tu risa esconde algo aterrador.
Cada vez te acercas más a otro.
Es lo que quieres y respeto tu forma de enamorar a otros hasta el cansancio.
solo eras un cuadro,
un destino alargado por la sonrisa infiel y mentirosa.
Otro te adornó y otro te tomó
¿acaso debe tratar de acercarse a ti?
¿y enloquecer al que hoy te busca?
eras una loca pajarita en busca de un nuevo nido.
No compitió por ti
ni luchó por algo ya perdido de la razón.
Solo el silencio será lo que adore de tu mirada
y su cordura acallada la que ignore tu sonrisa de niña lejana, distante y atormentada.
Fuiste sueño ni bonito ni apesadillado.
Rocío seco para un jardín sin flores en primavera.
Fue como una planta nunca regada
y quizás por eso nunca germinó ni creció en el sueño silencioso de la noche más clara del año.
La noche que se dio cuenta que eres y serás siempre de otro.

tienes risa que enamora al que te ve
solo esperas a alguien que llene tu vacío
dejado por los desamores y frustraciones
un vacío de muerte
te veo triste, solitaria
soledad que daña, soledad que mata
como una rosa negra y espinada que incita a un abrazo desesperado
pero el canal que creaste en tu desamor
tu mensaje devastador
me deja de lado, me distrae
y los claveles de alrededor me detienen
(para acercarme a ti)
quiero abrazarte y conversar hasta que el fuego de una vela nueva,
se extinga en nuestros abrazos y caricias matutinas
en nuestros susurridos en miel